Lesiones musculares: ¿Como lograr una recuperación efectiva?
Por Profesor Jorge Mérida
Hiciste las cosas de manera correcta, respetaste los tiempos de adaptación, adecuaste el entrenamiento a tus características personales, te hiciste el chequeo médico deportivo, y hasta encontraste un entrenador que te guíe, pero aun así, el fantasma de la lesión muscular se hizo presente en tu vida y pese a que tu mente quiera seguir adelante, tu cuerpo te obliga a parar.
Calambres, contracturas, contusiones, distensiones, y desgarros, son las lesiones musculares más comunes; y si bien su prevención a través del fortalecimiento muscular y del entrenamiento de la flexibilidad, de una correcta entrada en calor, recuperación entre sesiones y correcta alimentación e hidratación juegan un rol fundamental, en la propia práctica del ejercicio físico y deporte se convive con la posibilidad de que los músculos se lesionen. Y si llega ese momento, ¿qué se debe hacer?
La mayoría de los especialistas coinciden en que las lesiones musculares deben acompañarse de movilización y funcionalidad precoz, sobre todo a partir del tercer día, y realizan una serie de recomendaciones generales según sea la etapa de curación del músculo:
-Durante la fase aguda o inflamatoria (0-72hs posteriores a la lesión) se sugiere la aplicación de frío local, vendaje compresivo, reposo de la práctica deportiva, y eventualmente la toma de antiinflamatorios (indicados por un médico). No se deben realizar masajes ni aplicar calor, geles, o cremas mentoladas, ya que pueden aumentar la inflamación y el dolor.
-En la fase subaguda o reparadora (72 horas-3 semanas tras la lesión) se deja de aplicar frío, y el vendaje compresivo se mantiene en la medida que persista la inflamación. Pueden comenzar a realizarse ejercicios de fortalecimiento isométricos (contracciones musculares sin mover la articulación afectada) de manera progresiva, actividades como natación o bicicleta fija, y estiramientos suaves que no sean dolorosos.
A partir de la tercera semana, la actividad deportiva puede reanudarse progresivamente, y aunque esos días que estuvimos sin poder hacer aquello que nos apasiona se hayan hecho eternos y nuestra mente nos motive a recuperar el “tiempo perdido”, es fundamental escuchar nuestro cuerpo y darle el tiempo necesario para volver a la práctica habitual que realizábamos antes de lesionarnos.